1. Una Alternativa eficaz.
La aparición de las empresas de trabajo temporal (ETT) ha representado una de las mayores innovaciones en el funcionamiento de los mercados de trabajo de las últimas décadas. Su historia es larga, aunque fue en las décadas de los años 50 y 60 del siglo pasado cuando las empresas empezaron a hacer uso de sus servicios de una manera masiva. A lo largo de todo este tiempo, las opiniones hacer ca del funcionamiento, propósito y consecuencias de la existencia de las ETT han sido, cuando menos, variopintas. acusadas de fomentar el empleo precario, sus resultados han sido muy distintos: cubrir la demanda de búsqueda y selección de personal de las empresas para necesidades puntuales de su negocio, dinamizar el mercado de trabajo y proporcionar una plataforma de acceso al mundo laboral que, en muchas ocasiones, termina generando empleo estable.
Las empresas de trabajo temporal constituyen el ejemplo más conocido y utilizado de externalización de servicios de recursos humanos en el entorno empresarial. Su capacidad para optimizar los procesos de selección es una de sus principales virtudes, y uno de los motivos por los que se confía en este tipo de organizaciones la localización de profesionales. Las ETT cuentan con amplias bolsas de demandantes de empleo, perfectamente organizadas y en actualización constante, de manera que son capaces de responder con velocidad y precisión a las necesidades de su empresas-clientes. Dado que realizar una gestión altamente especializada de los procesos de selección, reducen los errores al mínimo y ayudan a que la búsqueda de personal cualificado y apto para ocupar un determinado puesto sea lo más sencilla y eficaz posible.
Para la empresa, la búsqueda de personal no constituye una parte fundamental de su actividad de negocio, de manera que descargar esta responsabilidad en un outsourcer especializado, puede centrase en su core business y elevar su productividad.
A las ventajas en eficacia y ahorro de tiempo que suponen las empresas de trabajo temporal se une la flexibilidad que proporcionan a las plantillas de las empresas y la conversión de gastos fijos en variables. La principal partida presupuestaria de una empresa suele ser la destinada a personal, y no siempre las circunstancias de negocio permiten o aconsejan la incorporación de nuevos trabajadores fijos. Además, el día a día de una organización conlleva implícito la aparición de imprevistos, como son las bajas laborales, que requieren de la contratación temporal de personas que sustituyan a los empleados ausentes para mantener el ritmo de producción o de prestación de servicios. Las ETT, por otra parte, asumen la formación de los trabajadores cuando requieren una preparación específica, y en muchos casos ponen a disposición de los empleados cursos de iniciación, perfeccionamiento y ciclaje, en lo que constituye un proceso constante de mejora de su cualificación profesional.
2. Y los trabajadores, ¿qué opinan del trabajo temporal?
El empleo temporal ni tiene la imagen negativa que se le asocia por parte de aquellos que recurren a él, ni supone una precarización del mercado laboral. Según los datos de AGETT (Asociación de Grandes Empresas de Trabajo Temporal) el 77% de los trabajadores que acuden a una ETT se muestra “globalmente satisfecho” con os procesos de colocación. Para el 33%, además, las empresas de trabajo temporal suponen la plataforma de acceso a un empleo estable.
El informe de AGETT, indica las Comunidades Autónomas donde la presencia de las ETT es donde tienen mayor implantación, son también las que registran las mayores tasas de paro. Cataluña, La Rioja y Madrid cuentan con las menores tasas de paro y temporalidad, mientras que Andalucía, Extremadura y Murcia registran, justamente, la situación inversa. son más significativas. ■
Pedro Rubio Domínguez
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Apuntes del autor:
Los departamentos de RR.HH de las empresas, supervisa todos los asuntos referidos al personal de ésta Se encarga de la selección y contratación del personal, organiza cursos de formación a los distintos niveles y prepara reuniones de trabajo, charlas o seminarios para los directivos o para introducir nuevos procedimientos de trabajo. También se ocupa de los expedientes personales, de considerar candidatos para su promoción y redacta informes sobre normas operativas para jefes de departamento y supervisores. Recoge las quejas de los empleados, se ocupa de los expedientes disciplinarios y de despido, prepara informes testimoniales para el personal que abandona la empresa y se ocupa, por último, del bienestar social de los empleados, sin excepción.
Por tanto, no todas estas acciones pueden ser realizadas por una empresa de Trabajo Temporal.
El fondo de caución de los trabajadores como generadores de nuevas unidades de negocio.
Las empresas que en estos momentos tienen más problemas son aquellas que más se han opuesto al cambio. La mayoría de las empresas -- en estos críticos momentos—están obligadas a apostar por el cambio porque todo se está modificando debido a la situación de crisis que viven los mercados mundiales: el comercio, los competidores, la competitividad de nuestro país, etc., incluso nos vemos obligados a cambiar el enfoque de nuestra vida.
En los últimos tiempos estamos asistiendo a innumerables procesos de regulación de empleo, los llamados ERE´s que están produciendo cierto desasosiego entre los profesionales de los distintos sectores de la economía. El fantasma del paro es ya una realidad y hoy ya es normal ver en las colas de las Oficinas de Empleo a profesionales perfectamente preparados que deambulan sin rumbo a la búsqueda de una solución a sus problemas que ellos mismo—sorprendentemente—no son capaces de resolver. Y hoy día es normal ver—también-- como los bancos entran a saco en las urbanizaciones donde habitan estos profesionales y ejecutan sin piedad los créditos hipotecarios, que ellos mismo concedieron cuando estos mismos profesionales alcanzaban ingresos más que suficientes para pagar holgadamente los compromisos adquiridos.
Del banco no se pueden esperar soluciones que puedan paliar esta crítica situación: Los comportamientos de los Bancos demuestran que los principios democráticos no han calado en el universo de las grandes finanzas.
Adentrarse en el dialogo con los bancos para frenar esta sangría es el otro calvario de los trabajadores que quieren salvar sus casas. Y son miles de estos trabajadores, empleados, etc. los que acuden diariamente a las distintas dependencias administrativas de los bancos para exponer sus casos particulares, pero es una reválida que no pasan estos incautos trabajadores porque todos ellos obtienen un suspenso en sus pretendidas propuestas para llegar a acuerdos tendentes a salvar esta angustiosa situación.
Y entre estos trabajadores están los denominados “del conocimiento” a los cuales se les plantea un verdadero reto y deberán sufrir un proceso largo y duro para regularizar su situación. Apostar por el “networking” y consultar todos los portales de Internet es una salida válida para permanecer en mercado de trabajo, lo que le va a requerir actuar con sentido común y ser dinámicos y entusiastas.
Y como vía rápida contra el paro, estos trabajadores, ejecutivos y directivos deben aunar sus esfuerzos para la creación de nuevas unidades de negocio lanzándose al mercado e incorporarse a estas empresas dotándolas de capital y experiencia para garantizar su continuidad y que resistan sobre todo, la prueba del tiempo. ¿Pero como hacerlo?
En el Instituto Europeo de Gestión Empresarial (IEGE) venimos desarrollando un programa de activación de nuevas empresas, recolocando a estos trabajadores en empresas de nueva creación mas dinámicas y rentables, sobre todo de los sectores químico-farmacéuticas, de consumo, consultoría estratégica, energía, industrias y servicios informáticos. Cada uno de ellos en sus respectivas responsabilidades, desde la dirección, pasando por mandos intermedios y por último, el personal de apoyo. Todos ellos tienen cabida en esta nueva forma de entender el problema: todos los recursos generados por las indemnizaciones por las regulaciones de los empleos, pueden revertir de nuevo en el circuito económico, fomentando nuevas empresas, no con el apalancamiento financiero de los bancos, que se olvidan de los empresarios, sino con el aval crediticio que supone la masa económica de estos fondos derivados de las indemnizaciones por despido o de otra índole, dotando a las nuevas empresas de los recursos necesarios para su puesta en marcha.
Este sistema—que está teniendo una favorable acogida—tiene una doble vertiente: por un lado el trabajador que se acoja al sistema, es empleado de la nueva empresa con sus ventajas y/u obligaciones sociales, y por otro, con sus fondos caucionados es inversor en su propia empresa, lo que le garantiza su puesto de trabajo y también ver revalorizado su dinero, como si de un inversor normal se tratara, vía beneficios. Y algo muy importante, el trabajador no pierde la titularidad de su dinero, solo avala a su empresa, en la cual confía plenamente y apuesta por su continuidad. Por supuesto en este tipo de nueva empresa, el absentismo y la conflictividad laboral brillan por su ausencia. Nadie tira piedras contra su propio tejado.
Los requisitos para formar parte de esta nueva modalidad son: que el trabajador esté en paro, que recientemente haya percibido una indemnización por despido y que sepa asumir, en su nueva etapa, los riesgos inherentes de ser un trabajador con sentido común, capacidad de trabajo en equipo, comunicativo y flexible. El trabajo y la ambición, harán el resto. ■
PRD.
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