Las organizaciones que adoptan la robótica lo hacen principalmente buscando aumentos de productividad y rentabilidad, así como una mejora en la experiencia de los clientes.
La robótica, especialmente los RPA (Robotic Process Automation), se lleva implantando de manera masiva en las organizaciones a lo largo de los últimos años. Forrester estima que más de 4 millones de robots realizarán tareas administrativas en 2024. Pero ha sido en 2018 cuando se ha consolidado definitivamente el sector, con un crecimiento de un mercado global de 79 millones de dólares en 2014 a un mercado estimado de 500 millones en 2018 según Grand View Research. Por su parte, Morgan Stanley lo sitúa en 54 billones de dólares en 2021.
Las compañías de software que desarrollan soluciones de robótica han capturado en las diferentes rondas de financiación cientos de millones de euros, que se dedicarán especialmente a mejorar las capacidades de dichas plataformas.
Luis González Gugel, socio responsable de Robotics de Deloitte.
La robótica ofrece alternativas diferentes para la mejora de los procesos de negocio. Empezando por la sencillez y rapidez de los RPA, que permiten automatizar los procesos más simples y repetitivos, lo que facilita realizar las mismas tareas de manera más rápida y eficiente; pasando por la automatización inteligente, que incorpora capacidades cognitivas y de aprendizaje automático a nuestros procesos, de manera que seamos capaces de aumentar las habilidades del ser humano gracias a una mejor utilización de los datos, así como de mejorar la experiencia de usuario y la interacción con el cliente. La simplicidad de la tecnología nos descubre multitud de elementos que impactan en la mejora de los procesos operativos y obliga a las empresas a plantearse su nivel de madurez como organización para abordar este camino de transformación digital.
"La adopción de la robotización requiere enfrentarse
a las barreras propias de las organizaciones"
Esta reflexión debe incluir cuestiones como: ¿Seremos capaces de establecer modelos de gobierno ágiles y flexibles? ¿Podremos convivir robots y humanos de manera que aprovechemos al máximo las capacidades de la robótica? ¿Lograremos transformar nuestro capital humano para que se centre en realizar tareas de valor para el negocio? ¿Resolveremos de manera eficiente la conversión del mundo físico a digital, de manera que podamos aprovechar los datos de manera automática para nuestro proceso de aprendizaje y operación?
Según el estudio "The robots are waiting" de Deloitte, las organizaciones que adoptan la robótica lo hacen principalmente buscando aumentos de productividad y rentabilidad, así como una mejora en la experiencia de los clientes.
El informe, basado en las respuestas de 530 directivos de organizaciones de todo el mundo, concluye que hay determinados aspectos en los que los encuestados ven superadas sus expectativas, como por ejemplo un 95% en mayor productividad obtenida, un 94% respecto del coste de implementación y un 93% respecto del cumplimiento.
Es un hecho relevante destacar que el 80% de los encuestados entienden que las plantillas están satisfechas con la implantación de estas tecnologías por su capacidad de ayudar a las personas a recuperar sus espacios en los que generar valor a la organización.
DIFICULTADES
La dificultad principal de las organizaciones se focaliza en los problemas para escalar en la organización debido principalmente a tres obstáculos señalados por los encuestados. Estos son: la fragmentación de los procesos de las organizaciones, las dificultades para alinear con TI la estrategia de robotización y una insuficiente ambición respecto de los objetivos a lograr con estas iniciativas.
La adopción de la robotización requiere, por tanto, enfrentarse a las barreras propias de las organizaciones, ya que exige la transformación de un modelo analógico a uno digital.
El grado de madurez de la tecnología y su aplicación real en las organizaciones nos obliga a gestionar las disrupciones derivadas de su implementación en los diferentes sectores empresariales. Nos encontramos ante un momento crucial. La transformación de las empresas, con independencia del sector en el que operen, es, más que una opción, una obligación. En este contexto, aquel que resuelva primero cómo adaptar en todos los ámbitos de su negocio los límites de su organización a las nuevas tecnologías tendrá una ventaja competitiva muy significativa. Es necesario invertir en nuevas capacidades y fomentar una cultura de aprendizaje, innovación e interacción y avanzar hacia formas ágiles de trabajar. En definitiva, debemos tener una visión, una estrategia y un enfoque claro de la automatización
Luis González Gugel, socio responsable de Robotics de Deloitte
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